¡Shhh!


       Uno de los grandes motivos que me llevan a obrar todo esto en principio de forma encubierta y con bastante cautela, se debe a la excesiva confianza y ligereza con la que algunas personas del entorno cercano, y no tan cercano, podrían enfocar y tratar el asunto.

       De momento sólo hemos comenzado a pedir citas a los distintos especialistas que me están tratando el SOP, que no son pocos (ginecólogo, endocrino y dermatólogo. Aunque en general, el que debería tratar el SOP en mayor medida es el endocrino), para proceder en la forma que pueda lograr el embarazo y seguir compaginando algún tipo de medida capaz de paliar otros síntomas poco deseables que esta enfermedad tiene en mí. Pero si ya tenía claro desde el principio mi necesidad para llevar todo esto en la intimidad, según se ha ido iniciado todo el proceso (por pequeño que sea todavía) y lo he ido asumiendo como una realidad, más me he ido reafirmando en esta convicción.

       Creo que poco van ayudarme algunas conductas, ya sean con buena intención o no tan buena. Así que lo planteo como una cura en salud, una manera de perpetuar la serenidad, puesto que posiblemente en mi caso lograr el embarazo sea un tanto más complejo, así como mantenerlo. Tanto la tranquilidad como el buen ánimo... ¡voy a necesitar todos los del mundo!

       Algunos ejemplo de conductas que no me favorecerán en absoluto, ni a mí ni creo que a ninguna mujer, y que trato de evitar:

       Lástima o condescendencia.
Una cosa es tratar de infundir ánimos o tratar de empatizar, y otra muy distinta es la lástima y la condescendencia. Pienso que lo único que logran por lo general es presión, baja autoestima y probablemente culpabilidad. En mi caso no creo que llegue tan lejos como para albergar sentimiento de culpa (aunque tendría que verme en la situación), pero lo demás quizá haga mella en mí, en una medida u otra. Si omito mis planes y situación al público... ¡una parte que me quito! Ya tendré bastante con mi propia frustración si se tercia.

       Comentarios del tipo —¡Se te va a pasar el arroz!—.  
—(¡Y a usted la decencia, señora!). Si ya me tocaba un tanto las narices este tipo de comentarios (afortunadamente no muy frecuentes) cuando no me planteaba siquiera la maternidad, creo que ahora, de otra forma, no sólo me las iba a tocar... sino a dar un magreo mayúsculo. Lo malo es que esta clase de comentarios son susceptibles de seguir brotando aun cuando el que los emite no sabe que yo ya estoy sumergida de pleno en la fase de "embarazamiento", con lo que huir de ellos es más complicado.
Pero que si encima los emitieran sabiendo que lo estoy intentando... le aseguro al pobre insensato que no le va a bastar el universo, cuan largo es, para esconderse y quedar a salvo de mi proverbial ira. Ni el mayor de los agujeros negros va a poder retenerle lejos de mí.

       Preguntas constantes sobre el estado de las cosas.
Cansina que puede ser la gente. Entiendo que la motivación tras la pregunta en algunos casos es sincera preocupación, buena intención sin más. LO SÉ. Pero también sería adecuado que entendieran la intimidad del proceso, lo intenso de los numerosos sentimientos que lo envuelven y que influyen en nosotros. Podemos estar afectados; dar explicaciones o el mero hecho de que nos recuerden lo arduo que puede estar siendo todo al preguntar, es lo menos que apetece. Y menos si estas preguntas son reiterativas; hoy lo hace fulanito/a, mañana menganito/a, pasado el familiar de turno, etc. ¡Así hasta crearse un bucle cuando, transcurrido un tiempo, el primero vuelva a interesarse por cómo va todo ahora!

        Consejos.
A ver, que no se trata de un programa de Bricomanía, el Gran Prix o la sección de trucos de belleza de la revista de turno.
Pese a ser la causa  más común de infertilidad en la mujer, el SOP no es una enfermedad que normalmente conozca la gente de a pie. Y por supuesto, muchos menos cómo funciona, sus entresijos. Para dar consejos es necesario saber de qué se habla.
Y no quiero abandonar este apartado sin hacer un especial inciso en honor a las señoras y el exótico y mundo de sus supersticiones; ya puedo estar haciendo el pino en plena faena, con un matojo de romero en los dientes y rezando ensalmos mientras Padrerizo salta a la pata coja, después de bañarme en el mar a la luz de la luna llena. Sinceramente, llamadme loca, pero "igual" no funciona...

       Comparaciones. 
Ni qué decir tiene que están fuera de lugar por lo general. Son una nefasta muestra de insensibilidad y mal gusto como pocas, si quien las recibe además debe emprender una labor especialmente complicada.


        ¡En fin, esto acaba de comenzar! Hay que tratar de tomar las curvas como mejor se pueda, intentando disfrutar de aquellos hermosos parajes que nos pueda ofrecer la travesía.





4 comentarios:

Planeando ser padres 10 de julio de 2013, 8:30  

Mañana publicaré yo un post sobre las comparaciones de mi embarazo con el de otras embarazadas. ¡Todo el mundo parece saber y estar deseando opinar de todo! Y lo peor es que siempre te hacen sentir mal contigo misma ¡nunca te comparan para alabarte y reconocer que haces algo bien!

A Cuadros 10 de julio de 2013, 17:57  

Si es que de verdad, a algunos habría que darles de comer a parte.
Con las comparaciones y opiniones mucha gente cree que subestimar u opinar desde la crítica negativa les hace parecer más inteligentes, les sitúa en una posición más destacada y valorada, por encima de los demás.

Otros sencillamente parecen tener una mezcla de ignorancia y exceso de confianza.

Y siempre puede haber alguno con alguna especie de inquina concreta o personal, ya que hay gente pa'to. Aunque por suerte esto no es lo común.

Qué decir... a veces esto es como vivir en un zoológico. Lo adecuado sería centrarse en el momento presente, vivirlo y exprimirlo. Lo demás... si hay que ignorar se ignora, si hay que hacer mutis por el foro se hace y si hay que poner el "no molesten" pues se pone. Preocupaciones y "estreses" los justos e imprescindibles. Que ya hay bastantes y no hay por qué añadir más.

Me paso mañana entonces a leerla ;)

mdemurga 20 de julio de 2013, 11:57  

Lo importante es ir avanzando y que vosotros dos estéis de acuerdo. Nosotros también mantenemos la búsqueda en secreto. Para que podamos estar más tranquilos e ir haciendo de a poquitos.

pd: tienes un premio en mi blog ;)

A Cuadros 20 de julio de 2013, 14:03  

Sí, creo que la tranquilidad es esencial en estas cuestiones. Hay que tomarse con mucha calma el desarrollo de todo el proceso, pues lo contrario puede dificultar muchísimo, e incluso impedir, la consecución del éxito.
Efectivamente, una vez se está de acuerdo, lo demás debe efectuarse persiguiendo la comodidad y tranquilidad de la pareja dentro de los posible.

Respecto al premio, ¡menudo sorpresón me he llevado! Estaba buceando por tu blog y me he topado con él, ¡jajaja! Me ha hecho una ilusión enorme, ¡ayns! ¡Muchas gracias! :__)

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